Muchas gracias a vosotros, los feligreses de la parroquia Santa Mónica de Madrid, encomendada a los agustinos recoletos, por la acogida que me brindasteis desde el principio y que me habéis regalado hasta ayer mismo, durante los dos años largos en los que os he acompañado como párroco, 12 de julio de 2020 a 6 de noviembre de 2022.

Os quedo muy reconocido porque me habéis ayudado a ser mejor religioso y más fiel a la vocación de sacerdote y pastor en estos dos años, casi totalmente vividos en pandemia y en circunstancias difíciles. Pero el Señor nos auxilió. Dios sea bendito.

A la vez, os felicito por el nuevo párroco que Dios os regala desde ayer en la persona del P. Antonio Aransay, que tiene más experiencia que un servidor, y al que el Señor ha elegido especialmente para vosotros, y para nosotros, porque le ayudaré como vicario parroquial. Si os pudiera pedir algo, sería que lo acojáis y queráis como lo hicisteis con un servidor. Gracias por ello.

Así que, enhorabuena, de verdad, para vosotros y para todos. Pues nuestra comunidad parroquial estrena, y está caminando hacia una nueva etapa de renovación y de crecimiento en todos los sentidos. Si Dios nos ha acompañado hasta ahora, Él mismo seguirá estando grande con nosotros y completará su obra en nosotros y con nosotros. Es nuestra esperanza y seguridad en la fe.

Que nuestra patrona Santa Mónica, titular y modelo de esposas y de madres cristianas, interceda por nosotros para que su culto y su ejemplo sea una luz esplendorosa y ungida bendición para toda la feligresía, en particular para las madres de familia: para que seáis una bendición abundante, como ella lo fue, para los seres queridos que Dios os ha encomendado. Amén.

Con estima y aprecio personal, en el Señor. Bendiciones.

P. Ismael Ojeda Lozano