
ORACIÓN DE LA MADRE GESTANTE
Señor Dios nuestro, Padre, Hijo y Espíritu Santo: te adoro como comunidad trinitaria y fuente de vida. Te doy gracias, Padre bueno, por haber pensado en mí desde siempre: pronunciaste mi nombre y me creaste mujer. Tanto confiaste en mí, que me has llamado a ser esposa y madre, colaboradora tuya en la transmisión de la vida.
Gracias, Señor Jesús, porque, siendo Dios, quisiste tener una madre en la tierra para hacerte hombre como nosotros. El Padre llenó del Espíritu a la Virgen María para que cumpliera su especial vocación.
Apoyada en ella, te pido, Jesús, que derrames tu Santo Espíritu sobre mi marido y sobre mí, para que cumplamos los planes del Padre: que demos vida a nuestro hijo y le trasmitamos la fe verdadera.
Te bendigo, Espíritu Santo, señor y dador de vida: ven sobre mí y sobre la criatura que estoy gestando. La confío a tu acción santificadora para que se desarrolle con bien hasta que la dé a luz. De buena gana acepto los sacrificios del embarazo y las molestias que suponga para mí esta gestación. Asísteme, Espíritu consolador, y purifícame de todo mal para que pueda trasmitir sólo vida y ternura a nuestro hijo. Te pido que esta criatura sea nuestra alegría y la de toda la familia.
Gracias, Santísima Trinidad, por llamarme a formar con mi esposo la comunidad conyugal. Gracias por el don de mi marido. Con él me siento feliz disfrutando del amor mutuo, y ahora formando con nuestro hijo una familia a imagen de la Trinidad.
¡Qué maravillosos tus designios, Dios mío; qué gratas experiencias reservas para tus fieles! ¡Cómo no alabarte, si me has dado el esposo querido, los hijos y la vida de fe!
Señor Jesús, tú nos dejaste a María como madre. A ella recurro confiada: Virgen y Madre María, tú eres modelo para mí como mujer, y ahora como madre gestante. Quiero contemplar la dulzura de tu rostro para imitar tu maternidad. Junto a ti admiro a tu esposo, el fiel y justo José.
Te pido, Virgen María, que con mi esposo sepamos imitar los ejemplos de tu sagrada familia. Tú eres mi consuelo y fortaleza. Enséñame a dar vida a esta criatura que el Señor nos regala. Te suplico, Madre santa, que todo esto me lo alcances de tu Hijo bendito, por intercesión de santa Mónica, que gestó a sus hijos dándoles a luz en la vida y en la fe. Así sea. Amén.