Madres Mónicas: Origen y espiritualidad (1/7)

Introducción

Estimada Hermana: Esta serie de entradas sobre las Madres Mónicas, tratará de explicarte la naturaleza de la Asociación «Madres Cristianas Santa Mónica», sus orígenes y su espiritualidad.

Va dirigido a dos tipos de personas. Primero, a las candidatas que desean ingresar a la Asociación. Y en segundo lugar, a los miembros ya pertenecientes a dicha Asociación para que recuerden los compromisos asumidos y crezcan constantemente en su fe como esposas y madres a la luz del ejemplo de Santa Mónica.

1          ¿Qué es la Comunidad de Madres Cristianas Santa Mónica?

En primer lugar, se trata de una Asociación Católica: es decir, una organización de madres cristianas reconocida por la autoridad eclesiástica.

El P. Lorenzo Infante, agustino recoleto, autorizado por el P. Provincial, solicitó al arzobispo de Madrid, Cardenal Ángel Suquía Goicoechea, la aprobación de los estatutos de la Comunidad de Madres Cristianas Santa Mónica. Asimismo solicitó que la erigiese canónicamente como Asociación Pública de Fieles.

La respuesta no se hizo esperar. Así, el 6 de noviembre de 1987 fueron aprobados los estatutos y erigida la Asociación denominada «Comunidad de Madres Cristianas Santa Mónica»

2          En segundo lugar, se trata de una Asociación pública, reconocida por la autoridad eclesiástica y puesta bajo el cuidado, la guía y la espiritualidad de la Orden de Agustinos Recoletos.

Nació en la Parroquia de Santa Rita de Madrid, pero rápidamente se fue extendiendo por otras comunidades parroquiales dirigidas por los Agustinos Recoletos en varias diócesis, no sólo en España sino también en el extranjero.

La oficina central comenzó a funcionar en Madrid, donde hubo constancia de las más de 30.000 afiliadas en distintas ciudades y regiones de los siguientes países: España, Hungría, Estados Unidos, Méjico, Costa Rica y Perú.

Sólo en España se llegó a distribuir más de sesenta mil formularios con las oraciones de las Madres Cristianas.

3          La finalidad de la Asociación es netamente religiosa.

Por eso, los mismos estatutos piden que sea calificada como «Comunidad»: pues une a los miembros mediante el nexo específico de la fe cristiana católica. Es decir, por madres y por cristianas. En el decreto de creación se establece con toda claridad lo siguiente:

«La Asociación pretende proporcionar a sus afiliadas una formación continua y progresiva como madres de fe, para que, convencidas de que la fe es el mayor tesoro que pueden legar a sus hijos, defiendan con eficacia la fe de los mismos» (Decreto, 2).

4          ¿Dónde se inspira esta Comunidad de Madres Cristianas? ¿Desde cuándo existe esta espiritualidad en la Iglesia Católica?

Aunque formalmente la Asociación se erige el año 1987 en Madrid, su espiritualidad pertenece de siempre a la familia agustiniana. Pero ¿qué entendemos por espiritualidad? En pocas palabras: es una forma o estilo concreto de vivir el Evangelio.

En nuestro caso se trata del estilo de san Agustín. Hay santos que han tenido la capacidad de transmitir a los hombres de su tiempo su peculiar modo de entender y de vivir el Evangelio.

San Agustín lo hizo a través de la predicación, las obras escritas, las fundaciones de conventos o comunidades; a través de las disposiciones, como por ejemplo la Regla monástica, que dejó para que fuera observado por los monjes y las religiosas…

5          De esta forma, la fuerza del Espíritu creó a través de san Agustín una corriente de vida espiritual extraída del mismo Evangelio que, brotando de su misma persona, llega, a través de sus seguidores, hasta nuestros días.

Los hijos espirituales de san Agustín forman la gran familia agustiniana, que está   conformada por diversas órdenes religiosas y congregaciones tanto de hombres como de mujeres y también por asociaciones de laicos.

En Perú, san Agustín está presente desde la primera evangelización, ya que los misioneros agustinos participaron en ella de manera muy significativa. En la actualidad está presente en sus hijos que pertenecen a diversas órdenes y congregaciones, pero con un mismo espíritu de familia. Entre ellos nos contamos los Agustinos Recoletos.

6          La Orden de Agustinos Recoletos vive y trasmite la herencia espiritual de san Agustín… y a la vez el espíritu de la Recolección Agustiniana del siglo XVI. La experiencia cristiana de san Agustín no murió con él, sino que sobrevivió en sus discípulos y en las próximas generaciones «formando escuela» caracterizada por la forma «agustiniana» de vivir, sentir, celebrar, transmitir el Evangelio.

En el siglo XVI la Iglesia católica experimentó una renovación que la recorrió como una corriente de vida y creatividad que se plasmó, entre otros fenómenos, en la «refundación» de las tradicionales órdenes o congregaciones religiosas. Estas se refundaron, pero sin romper con la Iglesia, sin salirse de ella como sucedió con la Reforma protestante.

Así entre los agustinos de la provincia de Castilla, se dio un movimiento colectivo que impulsaba a muchos frailes a buscar una vida religiosa más pobre, más auténtica, más sencilla, más profética y menos institucional.

El capítulo de Toledo de 1588 acogió este deseo y formó nuevas comunidades con aquellos frailes que libremente quisieran un estilo de vida religiosa más exigente, es decir, «recoleta».

7          ¿Qué tiene que ver Santa Mónica con la familia agustiniana?

Pues muchísimo; porque en ese torrente espiritual que brota de san Agustín adquiere personalidad propia su madre santa Mónica, primero por madre y después por santa. San Agustín y Santa Mónica son inseparables. No se da uno sin el otro.

Si Agustín recibió casi todo a través de su madre santa Mónica, también es verdad que san Agustín contribuyó poderosamente a esclarecer la figura de su madre y en particular su santidad.

De hecho san Agustín habla de ella en su predicación y sus escritos con un respeto, delicadeza y altura espiritual que, quizás sin pretenderlo, retrata el verdadero modelo de toda mujer cristiana en su condición de esposa y de madre.

Es decir, retrata la «espiritualidad» de una esposa y madre verdaderamente cristiana.

 

NOTA: Esta y las siguientes entradas reproducen el contenido de un folleto que escribí en la década de los noventa en Perú. Pretendía recoger y a la vez divulgar, en forma de catecismo, los orígenes y la espiritualidad de las Madres Cristianas Santa Mónica fundadas por el P. Lorenzo Infante, oar. Si ahora publico por entregas aquel escrito es con la intención de consolidar la formación en la fe y en el carisma oar a las Madres Cristianas Santa Mónica, ofreciéndoles la posibilidad de compartir experiencias, actualizar algunos temas y recoger cualquier inquietud que consideren de interés. Espero, por tanto, sus observaciones. Dios me las bendiga.