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Modelo de esposa y madre cristiana
Con textos bíblicos para la misa
NOTA: Con esta novena nos unimos a todas las mujeres que desean sinceramente ser fieles a su vocación de esposas y de madres cristianas. Asumimos sus alegrías y sus penas y les animamos a seguir los ejemplos de Santa Mónica.
Que sus lágrimas y oraciones, unidas a su intercesión en el Cielo, hagan retornar a todos los esposos e hijos extraviados, como sucedió con Patricio y Agustín.
No lo olvidemos: Dios es capaz de hacer milagros, milagros de conversión. ¿Acaso me complazco en la muerte del pecador? Por tanto, perseveremos en la oración y veremos las obras de Dios. Amén.
Rito de entrada
V. Dios mío, ven en mi auxilio. R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre…
1. Oración preparatoria
Padre y Señor nuestro, misericordia de cuantos en ti esperan, tú concediste a tu sierva santa Mónica el don inapreciable de saber reconciliar las almas entre sí y contigo; danos a nosotros el ser mensajeros de unión y de paz en nuestros ambientes, sobre todo en la familia, y el poder llevar a ti los corazones de nuestros hermanos con el ejemplo de nuestra vida.
Tú que hiciste a Mónica modelo y ejemplo de esposas, de madres y de viudas, concede por su intercesión la paz y mutuo amor a los casados; el celo y la solicitud en la educación de los hijos, a las madres; obediencia y docilidad, a los hijos; la santidad de vida, a las viudas; y a todos, el fiel seguimiento de Cristo, nuestro único y verdadero maestro. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
2. Textos bíblicos y agustinianos para el día primero
SANTA MÓNICA OYE DE LABIOS DE AGUSTÍN SU CONVERSIÓN A DIOS
1.- Textos bíblicos para la misa
• 1ª Corintios, 1, 18-25. Destruiré la sabiduría de los sabios. M. Ag. pág. 60
• Salmo 96 (95) 1-2a.2b-3.7-8a-10. Cantad al Señor… M. Ag. pág. 67. O bien, Salmo 125. Al ir, iba llorando… al volver, vuelve cantando… M. Ag. p. 107.
• Mateo, 11, 25-30.
2.- Textos agustinianos
Agustín se rinde a la gracia en el huerto, al leer las palabras de san Pablo: Nada de comilonas ni borracheras; nada de lujurias y desenfrenos; nada de rivalidades y envidias. Revestíos, más bien, del Señor Jesucristo, y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias.
“Acto seguido nos dirigimos los dos (Alipio y yo) hacia mi madre. Se lo contamos todo. Se llena de alegría. Le contamos cómo ha ocurrido todo: salta de gozo, celebra el triunfo, bendiciéndote a ti, (Dios mío), que eres poderoso para hacer más de lo que pedimos y comprendemos.
Estaba viendo con sus propios ojos que le habías concedido más de lo que ella solía pedirte con sollozos y lágrimas piadosas.
Me convertiste a ti de tal modo que ya no me preocupaba de buscar esposa, ni me retenía esperanza alguna de este mundo.
Por fin, ya estaba situado en aquella regla de fe en que, hacía tantos años, le habías revelado que yo estaría.
Cambiaste su luto en gozo, en un gozo mucho más pleno de lo que ella había deseado, en un gozo mucho más íntimo y casto que el que ella esperaba de los nietos de mi carne” (Confesiones 8, 12).
3. Oración de los fieles
Dios, Nuestro Señor, concedió a santa Mónica la conversión de su esposo Patricio y de su hijo Agustín. Pidamos por intercesión de ella un espíritu de verdadera conversión y una verdadera comprensión y amor a los demás.
Después de cada invocación: Señor, que tu gracia nos santifique.
– Por todos los cónyuges cristianos que tienen dificultades en su vida familiar, para que sepan ofrecerse mutuamente consuelo y ayuda. Oremos.
R. Señor, que tu gracia nos santifique.
– Por todas las madres cristianas del mundo, para que sepan conducir a sus hijos hacia ti. Oremos.
R. Señor, que tu gracia nos santifique.
– Por cuantos sufren soledad y abandono en la sociedad o sufren por las debilidades morales de sus seres queridos. Oremos.
R. Señor, que tu gracia nos santifique.
– Por todos los que buscan la verdad y trabajan por ser fieles a tus preceptos y enseñanzas. Oremos.
R. Señor, que tu gracia nos santifique.
– Por el florecimiento de vocaciones a la vida agustino-recoleta seglar y religiosa, y por la perseverancia y fidelidad de cuantos se han comprometido a seguir a Cristo imitando a san Agustín. Oremos.
R. Señor, que tu gracia nos santifique.
– Por todos los que tienen hambre y sed de justicia, por los pacíficos y los limpios de corazón, para que todos consigamos el Reino de Dios con alegría de corazón. Oremos.
R. Señor, que tu gracia nos santifique.
Se pide la gracia que se desea alcanzar (pausa).
4. Oración final
Escucha, Padre de bondad, nuestras oraciones, y tú que concediste a santa Mónica que con su vida, sus oraciones y sus lágrimas ganara para ti a su marido Patricio y a su hijo Agustín, concédenos, por su intercesión, que hagamos de nuestras vidas una ofrenda perenne en tu honor y al servicio de los hermanos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Rito de despedida
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.
V. Bienaventurada santa Mónica
R. Ruega por nosotros.
V. Glorioso padre san Agustín
R. Ruega por nosotros.